viernes, 16 de octubre de 2015

6 hábitos al comer que te impiden perder peso







Comer hasta “limpiar el plato”, frente al T.V. o a toda prisa, son hábitos perjudiciales simples de adquirir y bien difíciles de romper, en especial si los llevas practicando toda la vida. Quizá sean ellos los responsables de que no puedas perder peso. Si bien te cueste, debes hacer un esmero por cambiarlos para que el próximo hábito que adquieras sea el de comprar ropa en una talla considerablemente más pequeña.

Lo haces sin darte cuenta: te sirves la cena y la comes mientras ves la novela de las ocho. O simplemente, te brincas una comida si tienes algo urgente que hacer consolándote con que ya vas a comer después. ¡Entonces no te quejes de que no puedes perder peso!  Vas a ver cómo desaparecen esas libras (esos kilos) extra cuando vayas corrigiendo estos hábitos tan negativos.

1. Comer a toda marcha.  Los que comen sin parar entre un mordisco y otro y como si se les fuera a ir el último tren, tienden a comer más y eso significa más calorías.  Para reemplazar este hábito perjudicial, proponte, en primer lugar, transformar el almuerzo o bien la cena en una experiencia agradable.  “Viste” la mesa, si bien sea con un individual sencillo, una vajilla bonita y tus mejores cubiertos. Después de todo, no hay otro comensal más esencial que . Tómate tu tiempo para degustar cada bocado. Cuando masticas detenidamente, el cerebro tiene más tiempo para registrar la sensación de saciedad. La idea es sentirte llena con menos cantidad de comida.

2. Comer mientras que te distraes con otras actividades: en frente de la computadora o examinando el correo. Si no estás concentrada en la actividad fundamental que es nutrirte, seguramente vas a comer más de lo debido.  Sustituye esa mala costumbre sirviéndote una sola vez y prestando atención a las porciones.  Aprende a dividir tu plato en secciones para agregar proteínas, granos, frutas y vegetales , en cantidades moderadas. Evita sentarte a comer frente a la T.V. o la computadora mientras tu mente “vuela”. Si no puedes evitarlo y te cuesta cambiar este hábito, sírvete un tazón de palomitas de maíz (sin mantequilla), que tiene pocas calorías.

3. Comer para calmar el estrés o bien matar el tedio.  Come o merienda solamente cuando tengas hambre. Si te sientes ansioso(a) y necesitas comer algo para aliviar los nervios, ten a la mano una merienda saludable (youghourt, o una fruta). Coloca una alcancía sobre el escritorio (o bien un sobre en una de las gavetas de la cocina). Toda vez que puedas superar un antojo o una de estas urgencias falsas, pone un billete o una moneda como premio. De esta forma vas a poder comprarte algo que te guste mucho y vas a tener un incentivo para animarte y ayudarte a vencer las tentaciones.

4. Limpiar el plato. Muchas personas siguen comiendo hasta finalizar hasta el último grano todavía cuando se sientan repletas. Y es que a muchos nos han enseñado desde pequeños que es malo desaprovechar comida. Y como realmente botar comida no es bueno, ¡haz caso y no te sirvas más de lo que vayas a comer! Aunque el plato te encante y sea tu preferido, recuerda que la moderación al servirte es lo que te dejará perder peso sin pasar hambre ni privarte de tus comidas preferidas.

5.. Comer carne siempre y en todo momento como plato principal.  La carne es una excelente fuente de proteínas,pero no es la única. Disminuye la frecuencia con la que comes o sustitúyela por otras fuentes, como la soja (soja) o bien los frijoles (arvejas, habichuelas) múltiples veces a la semana. También puedes reducir la cantidad: sírvete una abundante ensalada mixta con pedacitos de pollo o carne a la parrilla.

6. Saltarte comidas. Si lo haces, alteras la capacidad del organismo de controlar el apetito y desaceleras el metabolismo.  Los resultados: comer más o por impulso, y un metabolismo más lento que quema menos calorías.  Distribuye tus comestibles en tres comidas y 2 meriendas. El total de calorías al día que debes consumir (depende de tu edad, tu estatura, tu sexo y tu nivel de actividad). Acá puedes ver la cantidad de calorías diarias recomendadas. Acostúmbrate a planear tus comidas, ya sea en la mañana o bien la noche precedente, a fin de que no tengas que improvisar a lo largo del día y cometer errores.

Muchas veces, hacemos cosas de manera automática, sin pensar ni darnos cuenta de que nos dañan, como los malos hábitos que hemos enumerado. Si los vas mudando poco a poco, irás convirtiendo tu manera de comer, perderás peso y reducirás tus medidas. ¡Haz la prueba!

Con información de Vida y Salud

0 comentarios

Publicar un comentario